La batalla contra la migraña

La migraña no sólo es dolor de cabeza

Crédito: Pixabay

MIGRAÑA

A la capitalina Miriam Aguirre – de 53 años de edad, con maestría en Artes Visuales y madre de un hijo-, el solo nombre le produce estremecimiento y hace que su memoria active una sensación de malestar. Esto es natural porque lleva 40 años batallando contra la migraña. La equipara con una enfermedad que le activa los sentidos, “ por ejemplo el oído, puedo escuchar conversaciones lejanas; con el olfato percibo olores que normalmente no huelo, y con la vista siento que entra la luz como si trajera un halo”. Aunque siempre terminan en fuertes y desesperantes dolores de cabeza, que generalmente atacan sólo a uno de los hemisferios.

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Miriam ha aprendido de esos fuertes y desesperantes dolores de cabeza; pueden presentarse en la época de calor -cuando el sol brilla mucho-, por comer chocolate, y en su caso, al practicar algún tipo de ejercicio. Todos son detonantes de una intensa migraña y falta de energía del cuerpo.

Para atenuar sus síntomas se encierra en la recámara, buscando alejarse de los sonidos, olores, gente y con los ojos cerrados reza para que no aparezca la temida “mancha plateada”. Comenta que “ si paso ese lapso de dolor de varias horas, lo más probable es que no llegue a salir ( la mancha), sin embargo, el mal no termina, siguen los mareos, náusea, vómitos, desvanecimientos, impotencia y fragilidad y un dolor de cabeza fuertísimo similar a la luz estroboscópica de las discotecas”,menciona Miriam.

CIFRAS MIGRAÑOSAS

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Lo que Miriam vive es más frecuente de lo que parece. La migraña es la enfermedad del cerebro que provoca crisis de dolor de un lado de la cabeza, náuseas o vómitos, y molestias ante la luz o el ruido. Es el segundo síndrome neurológico que afecta a alrededor de 20 millones de mexicanos, siendo más común en mujeres de entre 20 y 50 años, de la Ciudad de México y el Estado de México, de acuerdo con las cifras de la Secretaría de Salud.

LO QUE SABEMOS

La migraña es más que un dolor de cabeza. Es un trastorno neurológico genético del sistema nervioso central y se acompaña de dolor en un lado de la cabeza, que puede alternar o presentarse siempre en el mismo lugar por encima de la línea existente entre ambos ojos, que se extiende a los oídos. Según la tercera edición del The International Classification of Headache Disorders.

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Los fuertes dolores de cabeza, agudos y pulsátiles son episódicos. Los pacientes padecen de uno a 14 episodios al mes y en la migraña crónica más 15 eventos al mes. El malestar evita que los pacientes realicen actividades cotidianas, pero también significa padecer migrañas con o sin aura, caracterizadas por una intensa cefalea. Además del dolor de cabeza, se presentan náuseas, vómito, mareo y molestia a la luz, sonidos o ruidos, a los olores o al movimiento, explica la neuróloga María Karina Vélez Jiménez, vocera externa de Pfizer.

La causa exacta de la enfermedad es desconocida. La genética aún no ha precisado cómo se transmite la migraña de padres a hijos, pero es claro que existen familias de migrañosos. Se reporta que hasta 70% de los pacientes que padecen migraña tienen un antecedente familiar. El estrés es uno de los principales detonantes; seguido de una mala alimentación o por no dormir bien, explica la especialista.

Para la neuróloga Vélez Jiménez, la enfermedad es compleja que, aunque no tiene cura, se puede abordar de manera efectiva. Por lo que su diagnóstico no debería ser infravalorado, “la migraña tiene signos que suelen atribuirse a otra condición o confundirse con la cefalea tensional, lo que muchas veces lleva a las personas a automedicarse”.

La especialista concluye, “ lo imponte es la identificación de los ‘disparadores’. La migraña se controla no se cura, pero podemos lograr que las crisis sean menos frecuentes, intensas y respondan adecuadamente a los medicamentos para que los pacientes retornen a sus actividades diarias”.

5 DISPARADORES DE LA MIGRAÑA QUE DEBES EVITAR

  1. Saltarse comidas o estar en ayunas.
  2. Alteración del sueño.
  3. Altos niveles de estrés.
  4. Exposición a la luz del sol, luces brillantes, sonidos, olores fuertes, pinturas, velas perfumadas, incienso, perfume, humo de tabaco, etc.
  5. Los quesos maduros, embutidos, frutas secas, vino tinto, cafeína y chocolate.

Fuente: María Karina Vélez Jiménez, vocera externa de Pfizer.


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