Hábitos saludables para la mente en el manejo de la diabetes. Las personas con diabetes tienen entre dos y tres veces más probabilidades de presentar depresión y un 20% más de tener ansiedad que las personas sin diabetes.

De acuerdo con la Federación Internacional de Diabetes (FID), el 63% de las personas con diabetes afirma que el miedo a desarrollar complicaciones relacionadas con la diabetes afecta su bienestar, el 36% experimenta ansiedad relacionada con la diabetes y el 28% encuentra difícil mantener una actitud positiva respecto a su condición.
Además, indica que el 75% de las personas que viven con diabetes desearían recibir más apoyo para su bienestar emocional y mental por parte de su proveedor de atención médica, cuatro de cada cinco experimentan agotamiento por diabetes y tres de cada cuatro han experimentado ansiedad, depresión y otro problema de salud mental debido a su diabetes.

Estos datos puntualizan la importancia del bienestar mental y emocional como parte de un bienestar integral. “Vivir con diabetes puede llegar a ser un verdadero desafío, pero nadie dimensiona ni sabe realmente qué tanto, hasta que lo experimentan en carne propia. Es fundamental reconocer las preocupaciones de estos pacientes, para crear consciencia del impacto que tienen en el control y manejo de su condición”, menciona Mariana Buss, PhD, gerente médica para embecta™ Latinoamérica.https://noticias.alejandrina.com.mx/msd-salud-animal-dono-vacunas-para-prevenir-la-rabia
Pequeños pasos, grandes cambios
La experta señala la importancia de introducir hábitos que ayuden a mantener el equilibrio emocional y físico del paciente.
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Dedicar unos minutos al día a la meditación o mindfulness puede bajar los niveles de estrés y ansiedad, sobre todo antes y después de la inyección de insulina.
“Respirar profundo y enfocarse en el presente reduce la tensión y da sensación de control”, comenta Buss. El beneficio: mejor disposición para seguir el tratamiento y menos riesgo de burnout.
“No se trata solo de aplicar una inyección, sino de sostener un tratamiento que puede ser emocionalmente desgastante. Por eso necesitamos cuidar también la salud mental para no abandonar el camino”, agrega.
Otra práctica clave es la terapia psicológica. “Hablar con un especialista permite procesar miedos, frustraciones y encontrar estrategias personalizadas para seguir adelante”, señala.
Los grupos de apoyo también son un gran recurso. “Escuchar a otras personas que viven lo mismo hace sentirse acompañado y entendido”, señala Buss. Estos espacios refuerzan la autoestima, brindan consejos prácticos y fortalecen la confianza en el propio manejo de la diabetes. “También es positivo platicarlo con sus círculos de confianza para generar una red de apoyo, tanto por un acompañamiento de calidad como para incrementar la capacidad de respuesta ante alguna eventualidad”.
Miedo a las agujas
La FID también reporta que el 55% de las personas que viven con diabetes le tienen miedo a las agujas, lo que representa un gran obstáculo para muchas personas que requieren insulina, retrasando su tratamiento o provocando su abandono.
Ante esto, Mariana Buss recuerda: “la tecnología ha evolucionado y continúa haciéndolo para que las aplicaciones de insulina sean cada vez más cómodas y menos intimidantes. Uno de los principales lineamientos en una técnica correcta de inyección de insulina es que se utilicen agujas ultrafinas y cortas, de 4mm para plumas y de 6mm en jeringas, para que la insulina llegue únicamente al tejido subcutáneo -que es donde debe actuar- y para que la punción sea casi imperceptible, fomentando así la adherencia al tratamiento. Otros aspectos que favorecen la absorción de la insulina incluyen rotar los sitios de aplicación, no reutilizar agujas y seguir el ángulo y tiempo de inyección adecuados”.
Una educación terapéutica en diabetes es mantener en rango los niveles glucémicos,y reconocer a la persona con diabetes como un todo, tomando en cuenta sus pensamientos y sentimientos.

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