Estas son las infecciones más comunes que toda mujer debe conocer y aprender a prevenirlas.

Cortesía: Merck
En México, las cifras de salud muestran un patrón consistente: las mujeres padecen con mayor frecuencia infecciones urinarias, respiratorias y las del sistema reproductivo. Esta diferencia no es casual, sino que responde a factores anatómicos biológicos y fisiológicos. De acuerdo con la National Library of Medicine (NLM) cuatro de cada 10 mujeres desarrollan episodios recurrentes que pueden persistir durante meses o incluso años.
Explica la ginecóloga y bióloga de la reproducción, Emma Elizabeth Barla Muñoz, que: “La fisiología femenina, con su complejidad única, crea un entorno donde el equilibrio microbiano es fundamental. En este ecosistema conviven bacterias protectoras y patógenos y cuando dicho equilibrio se altera ─ya sea por cambios hormonales, actividad sexual o factores como el estrés ─se generan condiciones que favorecen la proliferación de ciertos microorganismos. Por ello, se requiere una comprensión más profunda del cuerpo y cuidados específicos”.
La médica Barla, menciona que “las infecciones urinarias son condiciones frecuentes en la población femenina. En la práctica clínica, muchas pacientes llegan primero al ginecólogo por síntomas vaginales inespecíficos, sin darse cuenta de que en realidad tienen una infección urinaria. Por ejemplo, hasta el 70% de estas infecciones son diagnosticadas en consulta ginecológica y esto ocurre porque síntomas como flujo vaginal aumentado o molestias durante las relaciones sexuales suelen enmascarar la infección urinaria”, comentó.
En tanto la experta Yessica Pérez, médica internista e infectóloga comenta que “el manejo de las infecciones respiratorias bacterianas en mujeres debe ser individualizado y manejado de manera integral. Resulta fundamental priorizar el uso racional de antibióticos —siempre bajo prescripción médica y cumpliendo el tratamiento indicado— para minimizar el riesgo de resistencias bacterianas y garantizar su efectividad”.
Adicional a ello mencionó que “el uso de inmunoestimulantes ha demostrado que puede reducir hasta un 54% en promedio las enfermedades en vías respiratorias recurrentes y modular el sistema inmunitario”.
Las claves de la prevención
Las infecciones previamente referidas, requieren de un enfoque multifactorial que combine hábitos saludables, vigilancia médica y educación sobre los factores de riesgo específicos. En el caso de las urinarias, medidas como una adecuada hidratación, micción postcoital y el evitar retener la orina reducen significativamente las recurrencias.
En el caso de las respiratorias, la infectóloga Yessica Pérez recomienda que “el refuerzo inmunológico mediante vacunación puede reducir hasta en un 40% las probabilidades de hospitalización de una mujer embarazada por gripe, además, una nutrición rica en vitamina D y zinc, y el evitar de exposición a humos o ambientes contaminados son clave”.
Ambas condiciones comparten algo en común: la importancia del diagnóstico temprano y el manejo adecuado para evitar complicaciones. Por ello es importante que se realicen visitas periódicas con los médicos especialistas, ya sea con el ginecólogo o médico de cabecera, lo que permitirá detectar patrones de recurrencia y establecer tratamientos personalizados acorde a las necesidades de la salud femenina.
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