Claudia cuenta el duro camino de su hijo tras la amputación de sus piernas y la exitosa rehabilitación con un par de prótesis deportivas.
“Un accidente automovilístico y la falta de atención oportuna condujeron a la amputación de ambas piernas de mi hijo”: Claudia Jacobo, mamá de Vidalito, primer piloto profesional mexicano con discapacidad.
Crédito: Ottobock
De acuerdo con Inegi, cada año se registran más de 380 mil accidentes vehiculares; discapacidad y muerte son una constante.
De acuerdo con la Iniciativa Clinton de Acceso a la Salud (CHAI, por sus siglas en inglés) más de 65 millones de personas viven con una amputación a nivel global. Y justamente es en los países latinoamericanos, como México y Costa Rica, donde la atención oportuna, la rehabilitación y el acceso a prótesis desde la primera infancia se vuelven complicadas.
Esta es la historia de una madre de familia que acompañó a su hijo a la más reciente edición de Running Clinic 2024 Costa Rica organizada por Ottobock en conjunto con el Comité Paralímpico Nacional (CPN), la aerolínea Volaris Costa Rica, la firma deportiva mexicana U Can, Mist Orthopedic y Ortopedia Cartaginesa.
Desde hace diez años Ottobock organiza Running Clinics en varias ciudades del mundo, con el objetivo de fomentar el deporte entre las personas con discapacidad e invitarlas a utilizar por primera vez una prótesis deportiva.
“Mi hijo es un ser extraordinario, que hoy maneja los autos profesionales con sus manos”
El duro camino de las amputaciones de las piernas
Mi hijo tiene 26 años de edad, y cuando estaba por cumplir los 19 tuvo un accidente en México, narra Claudia Marcela Jacobo López, quien durante siete años ha acompañado a su hijo a hospitales, curaciones, médicos, protesistas, terapeutas, rehabilitadores e incluso entrenadores con el objetivo de ayudarlo en este proceso.
Cuando fue el accidente, toda la familia estaba en Cancún en un viaje anual que hacemos hermanos, primos y tíos. Vidalito, como le digo de cariño, no nos acompañó por cumplir con trámites de su Universidad. Cuando estaba en Cancún recibí una llamada, me explicaron del accidente y que mi hijo ya estaba en un hospital; mi esposo, mi hija y yo encontramos vuelo desde Cancún hasta Toluca al otro día, de allí manejamos hacia Morelia.
A pesar de la atención urgente que requería mi hijo, en el hospital no lo atendieron bien y, por ello, le amputaron una pierna. Mi hijo estuvo en coma, y a los 12 días logró reponerse. Salió de terapia intensiva y con mucho esfuerzo lo llevamos a Estados Unidos para tratar de salvar su otra pierna, que finalmente tuvo infecciones que ponían en peligro su vida. Así que, también se la amputaron. Fue en Estados Unidos donde comenzó su rehabilitación. Al regresar a México, mi hijo siguió con sus estudios, se graduó en Ingeniería en materiales, por el Tecnológico Nacional de México.
El camino exitoso de la rehabilitación con una prótesis alemana
Su primera prótesis fue donada por la Heather Abbott Foundation. Después, Vidalito se puso en contacto con Ottobock, empresa alemana que diseña prótesis a la medida, y con ellas ha tenido mayor movilidad, porque incluso sí se puede mojar, y es que con la prótesis anterior cuando llovía teníamos que taparlo. Hoy en día, mi hijo se va al mar, a la alberca y a donde quiera que él decida, incluso junto con otros latinoamericanos amputados participó en Running Clinic Costa Rica 2024; cuando vi a sus compañeros de la clínica que son tan activos y plenos, me motivó para prepararme más y más.
A Vidalito le gusta mucho el automovilismo y ha hecho carreras en el Autódromo Hermanos Rodríguez, en Chihuahua y Querétaro, forma parte de Nascar como piloto profesional. Mi hijo es un ser extraordinario que maneja los autos profesionales con sus manos, y otros vehículos con sus prótesis; su futuro seguirá siendo pleno.
https://noticias.alejandrina.com.mx/bordadoras-de-estrellas-zurcen-a-la-virgen-de-la-caridad
Ottobock y el deporte
Ottobock fue fundada en Alemania en 1919 por el protésico Otto Bock. Su visión de la restauración de la movilidad vive en la actualidad y es cada vez mayor para servir al mundo con más de 46 ubicaciones en más de 100 países. La compañía tiene sus oficinas centrales en Duderstadt, Alemania.
La empresa alemana es líder en la fabricación de prótesis, órtesis y sillas de ruedas de alta tecnología.
Las prótesis de Ottobock se destacan por su ligereza, gracias a los materiales empleados en su fabricación. Además, sus componentes electrónicos son a prueba de agua y, con ello, se restaura y mejora la independencia de las personas con problemas de movilidad.
Las prótesis para atletas de Ottobock están diseñadas con fibra de carbono, así como un sistema hidráulico y pies protésicos deportivos, lo que permite una movilidad adecuada, con el justo balance para mantener el equilibrio. Además, las prótesis deportivas permiten un mejor impulso puesto que están diseñadas con la ayuda de atletas paralímpicos.
Ottobock es patrocinador oficial de los Juegos Paralímpicos desde los Juegos de Seúl 1988 y fomenta el deporte entre sus usuarios.
Deja un comentario