Crédito: Papalote Museo del Niño Cuernavaca

Papalote Museo del Niño Cuernavaca impulsa la alfabetización en el regreso a clases

Papalote Museo del Niño Cuernavaca impulsa la alfabetización en el regreso a clases.

Crédito: Papalote Museo del Niño Cuernavaca

Crédito:Papalote Museo del Niño Cuernavaca

En tiempos donde la educación enfrenta retos complejos y la alfabetización sigue siendo una herramienta indispensable para el desarrollo social, Papalote Museo del Niño Cuernavaca, Morelos, se erige como un aliado estratégico en el regreso a clases. Bajo el lema “Toca, juega y aprende”, este espacio cultural y educativo apuesta por el juego como motor de la curiosidad, la creatividad y el pensamiento crítico en la niñez.https://noticias.alejandrina.com.mx/la-ruta-de-los-milagros

El 8 de septiembre, en el marco del Día Internacional de la Alfabetización, el museo recordó que leer y escribir son solo la base de un proceso mucho más profundo: aprender a interpretar el mundo, participar activamente en la sociedad y cultivar habilidades emocionales y digitales. “En Papalote creemos firmemente que el juego es la forma más poderosa de aprender”, señaló Rafael Serrano, director de la sede Cuernavaca.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), México ha alcanzado una tasa de alfabetización del 96.4% entre la población mayor de 15 años. Sin embargo, los desafíos persisten en comunidades rurales y sectores vulnerables. Frente a este panorama, iniciativas como la de Papalote Museo del Niño cobran relevancia al tender un puente entre la educación formal y las experiencias lúdicas que consolidan el aprendizaje.https://mnh.inah.gob.mx/informacion-general

Un aula fuera de la escuela

Las salas interactivas del museo están diseñadas para que niñas y niños experimenten con la ciencia, la tecnología, el arte y la cultura en un entorno cercano y divertido. Aquí, las matemáticas se convierten en juegos de lógica, la física se entiende al mover engranajes y el arte se vive con las manos y la imaginación.

“Ofrecemos una experiencia única y lúdica que complementa la educación formal, motivando a descubrir el mundo que les rodea a través de la experimentación y el juego”, enfatiza Serrano. Para él, Papalote no es un sustituto del aula, sino un laboratorio abierto donde los modelos pedagógicos encuentran un refuerzo dinámico.

En este regreso a clases, el museo invita tanto a familias como a escuelas a integrar la visita a sus actividades académicas. La meta es que los conocimientos adquiridos en los libros se transformen en vivencias tangibles que permanezcan en la memoria.

Alfabetización más allá de las letras

El director también subraya que la alfabetización no debe limitarse a lo académico: “Queremos sembrar el amor por el conocimiento y fomentar una alfabetización integral, que abarque lo emocional y lo digital”. De esta forma, Papalote Cuernavaca impulsa un enfoque holístico donde los niños aprenden a convivir, a comunicarse con empatía y a desenvolverse en entornos cada vez más tecnológicos.

En un mundo que cambia a velocidad vertiginosa, el reto es formar generaciones que sepan adaptarse, pensar de manera crítica y resolver problemas creativamente. Y es precisamente ahí donde el museo apuesta por su mayor fortaleza: el juego como pilar del aprendizaje.

El regreso a clases no solo marca el retorno a los pupitres; también es una oportunidad para redescubrir que aprender puede ser divertido. En Papalote Museo del Niño Cuernavaca, cada risa, cada experimento y cada descubrimiento se convierten en un paso hacia una sociedad más alfabetizada, más curiosa y, sobre todo, más humana.


Comments

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *