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Tristemente esta enfermedad se ha convertido en compañera de muchos niños mexicanos y deberán lidiar con ella a lo largo de su vida. ¿ Se puede aprender a sobrellevarla?
Al año de edad, Noam Saba Slepoy (11 años de edad), fue diagnosticado con diabetes tipo 1. El caso de Noam no es único, la diabetes tipo 1 afecta alrededor de 2 millones de personas. En México se ha estimado de manera aproximada esa cifra. Uno de los principales problemas es que no existe un censo nacional que indique: el número de personas que tienen diabetes tipo 1, el tipo de insulinas que utilizan como tratamiento médico, y las complicaciones que podrán haber desarrollado, de acuerdo con la Federación Mexicana de Diabetes.
También los hermanos José, de 18 años, Lucero de 16 y Elizabeth de 12, comparten además de sus apellidos, Gómez Ramírez, la diabetes tipo 1.
Lucero fue la primera en recibir el diagnóstico, a los seis años. Sudaba mucho, tenía hambre constante, bajaba de peso, orinaba frecuentemente y sufría de sed excesiva. Un día su visión se tornó borrosa, cayó en coma diabético por los altos niveles de azúcar en sangre, y fue atendida en el servicio de urgencias de un hospital de Puebla. Tiempo después sus hermanos fueron diagnosticados con la misma condición de vida.
Cifras dulces
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) sostiene que la diabetes y obesidad son los desafíos del sistema de salud en México, pues 73% de los adultos tiene sobrepeso–el promedio en la OCDE es de 55.6%–mientras que en el caso de los niños la cifra es de 37.7%–con promedio de 31.4%–y 34% tiene obesidad mórbida, el más alto grado.
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De acuerdo con las proyecciones de esta organización, las enfermedades relacionadas con el exceso de kilogramos reducirán la esperanza de vida en el país en más de cuatro años durante las próximas tres décadas. Y apunta otro dato: el crecimiento de la obesidad infantil se duplicó en 20 años: de 7.5% en 1996 a 15% en 2016.
En México, la diabetes infantil está afectando cada vez a más niños por consiguiente a un mayor número de familias. De 10 niños con dicho padecimiento, seis manifiestan diabetes tipo 1 y cuatro diabetes tipo 2.
Durante años se pensó que el tipo 2 era exclusivo de los adultos, pero el avance de este padecimiento alcanzó a los niños. ¿Las causas? El sobrepeso, debido a la reducción de ejercicio, consumo de carbohidratos, cereales con azúcar, refrescos, jugos industrializados, menor consumo de frutas y verduras. De seguir así, la diabetes tipo 2 en niños se convertirá en un grave problema de salud pública.
Cifras del Anuario de Morbilidad de la Dirección General de Epidemiología de la Secretaría de Salud (2016) revelan que la tasa de diabetes tipo 2 en niños de 10 a 14 años es de 2.05 casos sobre cada 100,000 habitantes.
Sin embargo, Baja California, Morelos, Hidalgo y Yucatán, con tasas de entre 8.32 y 5.98%, llevan la delantera. Otras entidades como Baja California Sur, Campeche, Coahuila, Colima, Estado de México Guerrero, Nayarit, Sinaloa, Sonora, Tabasco, Veracruz y Estado de México fluctúan en tasas que van de 4.29 a 2.15.
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Para Noam Saba Slepoy es miembro de la asociación, Con Diabetes Sí se Puede IAP, que es una institución constituida en 2014, encargada de apoyar, capacitar y proporcionar recursos y servicios de alta calidad a personas que viven con diabetes tipo 1 y 2 en un entorno seguro y protegido.
Para Ruth Vélez Braunschweiger, directora general de Con Diabetes Sí Se puede IAP, afirma que “cada día somos más conscientes de que llegar al corazón de las personas permite ser sensibles y empáticos con los demás, y en este caso de quienes viven con diabetes tipo 1; es llevar el tema a la mesa y demostrar que es posible hacer una vida normal a través de la educación en diabetes y recibiendo el tratamiento adecuado”.
Datos de la diabetes tipo 1
• Es una condición crónica autoinmune que se caracteriza por la incapacidad del páncreas para producir suficiente insulina, lo que provoca que los niveles de azúcar en sangre se mantengan elevados.
• Los síntomas pueden incluir sed excesiva, aumento del apetito, pérdida de peso inexplicable, fatiga y visión borrosa.
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• Es importante acercarse con un médico en endocrinología o endocrinología pediátrica.
• La diabetes tipo 1 no puede prevenirse, pero se puede controlar con la administración de insulina y un estilo de vida saludable.
Fuente: Con Diabetes Sí Se Puede IAP
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