La Comisión de Obesidad Clínica de Lancet presenta un informe clave que redefine esa enfermedad crónica y sistémica, lo que permitirá aplicar nuevos enfoques basados en evidencia y personalizados para la prevención, el manejo y el tratamiento en adultos y niños que viven con el padecimiento.
Crédito: Federación Mundial de Obesidad

Más allá del Índice de Masa Corporal (IMC)
El médico Ricardo Luna, Presidente Fundador y Miembro Honorario de la Sociedad Mexicana de Obesidad,quien colaboró en la realización de estos nuevos enfoques, destaca que México se encuentra entre los países con las tasas más altas de obesidad infantil en el mundo, y en los adultos la prevalencia del padecimiento también es significativamente elevado.
“La obesidad, al igual que cualquier otra enfermedad, requiere de herramientas que permitan a los profesionales de la salud realizar un diagnóstico más preciso e individualizado”.
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The Lancet Diabetes & Endocrinology
La Comisión de Obesidad Clínica de Lancet recomienda un nuevo enfoque, más detallado, que combine las medidas de grasa corporal -por ejemplo, circunferencia de cintura o medición directa de grasa– además del índice de masa corporal (IMC) para detectar el exceso de peso y reducir el riesgo de una clasificación errónea. Además, los autores introducen dos nuevas categorías diagnósticas: ‘obesidad clínica’ (una enfermedad crónica asociada con disfunción activa de órganos debido exclusivamente a obesidad) y ‘obesidad preclínica’ (relacionada con un nivel variable de riesgo de salud, pero sin enfermedad en curso).
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La Comisión de Obesidad Clínica de Lancet pide que todas las personas que viven con obesidad reciban asesoramiento personalizado en salud y atención basada en evidencia, sin estigma ni culpar, con estrategias diferenciadas para el exceso de peso tipo: clínico y preclínico.
El trabajo de la Comisión global, publicado en The Lancet Diabetes & Endocrinology respaldado por 75 organizaciones médicas
en el mundo, presenta un enfoque innovador para diagnosticar la obesidad, basado en otras medidas de exceso de grasa corporal además del índice de masa corporal (IMC), y en signos y síntomas objetivos de mala salud individual.
El presidente de la comisión, el profesor Francesco Rubino, del King’s College London (Reino Unido), afirma: “La pregunta de si la obesidad es una enfermedad es errónea, porque presupone un escenario simplista de todo o nada, donde la obesidad es siempre una enfermedad o nunca lo es. Sin embargo, la evidencia muestra una realidad más compleja”.
“Considerar la obesidad únicamente como un factor de riesgo, y nunca como una enfermedad, puede negar de manera injusta el acceso a atención médica oportuna a las personas que están experimentando problemas de salud debido a la obesidad por sí sola”. disponibles.
El problema
Parte del problema se debe a que actualmente la obesidad se define mediante el IMC superior a 30 kg/m² como indicador del padecimiento en personas de ascendencia europea.
Aunque el IMC es útil para identificar a personas con un mayor riesgo de padecer problemas de salud, la Comisión de Obesidad Clínica de Lancet destaca que el IMC no es una medida directa de la grasa corporal, no refleja su distribución en el cuerpo y no proporciona información sobre la salud o enfermedad individual.
El hígado
“Basarse únicamente en el IMC para diagnosticar la obesidad es problemático, ya que algunas personas tienden a almacenar el exceso de grasa en la cintura o en los órganos y alrededor de ellos, como el hígado, el corazón o los músculos, lo cual se asocia con un mayor riesgo para la salud que cuando el exceso de grasa se acumula debajo de la piel de los brazos, las piernas u otras áreas del cuerpo. Sin embargo, las personas con exceso de grasa corporal no siempre tienen un IMC que indique que viven con obesidad, lo que significa que sus problemas de salud pueden pasar desapercibidos. Además, algunas personas tienen un IMC alto y una alta cantidad de grasa corporal, pero mantienen funciones orgánicas y corporales normales, sin signos o síntomas de enfermedad activa”, afirma el Comisionado Profesor Robert Eckel, del University of Colorado Anschutz Medical Campus, Estados Unidos.
Crédito: Federación Mundial de Obesidad

Más allá del Índice de Masa Corporal (IMC)
Aunque se reconoce que el IMC es útil como herramienta para identificar a personas que podrían estar viviendo con exceso de peso, los autores recomiendan alejarse de ese diagnóstico basado únicamente en el IMC. En su lugar, proponen confirmar el exceso de masa grasa y su distribución en el cuerpo mediante:
1.- Al menos una medición del tamaño corporal (circunferencia de cintura, relación cintura-cadera o relación cintura-estatura) además del IMC.
2.- Al menos dos mediciones del tamaño corporal (circunferencia de cintura, relación cintura-cadera o relación cintura-estatura), independientemente del IMC.
3.- Medición directa de grasa corporal (por ejemplo, mediante un escaneo de densitometría ósea o DEXA), independientemente del IMC.
4.- En personas con IMC muy elevado (por ejemplo, >40 Kg/m²), el exceso de grasa corporal puede asumirse de manera pragmática.
Fuente: Comisión de Obesidad Clínica de Lancet
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